SembraOrriols. Inteligencia Colectiva que construye ciudad
¡Estamos de celebración! El pasado sábado 17 de febrero vivimos un día que es histórico para nosotrxs. Tras años de reivindicación ciudadana, muchos esfuerzos y el proceso pionero SembraOrriols, durante el cual involucramos a ciudadanía, administración, técnicos, y estudiantes de la universidad en el co-diseño de la plaza de Orriols, hoy ésta es ya una realidad.
Os contamos en este post cómo hemos vivido el proceso desde la reivindicación, al proceso de co-diseño y construcción colectiva, hasta convertirlo en realidad.
De la reivindicación a la participación ciudadana
Originado como un núcleo urbano separado de Valencia y con una gran afluencia migratoria Orriols ha sido siempre un barrio con un fuerte carácter identitario y situación particular dentro de la ciudad.
Desde hace muchos años sus vecinas y vecinos, cuya implicación y proactividad han sido decisivas en la mejora de la vida en el barrio, han reivindicado la necesidad de contar con un espacio público de calidad que dotara a Orriols de un centro urbano en lo que hasta hoy era un descampado utilizado como aparcamiento. Durante mucho tiempo había reivindicado y promovido el uso del descampado para el desarrollo de actividades socio-culturales: cine de verano, semana intercultural, etc. Por lo que las diferentes entidades tenían testadas las necesidades infraestructurales del espacio a partir del propio uso que hacían del mismo.
Nuestro primer contacto e implicación con la vida de Orriols, a través de Contexto Arquitectura y Orriols Convive, fue una inmersión en un entorno de ilusión, implicación ciudadana y ganas de transformar desde lo colectivo. Enseguida nos sentimos parte de esta atmósfera y de una forma todavía más cercana al activismo que al ámbito profesional nos sumamos a la reivindicación ciudadana de un espacio público para el barrio.
En abril de 2015, Orriols Convive tuvo la oportunidad de organizar la primera jornada de trabajo sobre la futura transformación del espacio. Una jornada en la que colaboramos para ayudar a abrir de forma masiva el debate a todo el barrio. ¿Qué recursos disponemos en el barrio? ¿Qué puede llegar a ser este espacio? ¿Cómo podemos trabajar desde la diversidad y de manera de manera colectiva?
Tras esta jornada, y junto a Contexto Arquitectura, organizamos un seminario desde la Universidad Politécnica de Valencia donde involucramos a profesionales del ámbito de la innovación cívica, social y urbana, así como estudiantes de distintas universidades de la ciudad para empezar a imaginar posibles usos para el futuro espacio público, pasando además a la acción para probar algunos de estos usos. Las jornadas Ciudad Sensible salen a la calle para aplicar el conocimiento recogido durante años en el descampado de la ermita.
Durante este seminario trabajamos para equipar el solar con dispositivos que permitieran dar vida de forma puntual al espacio y en elaborar un documento que estructurara la propuesta vecinal de transformación del espacio. Es así que construimos con Makea, Anaïs Florin, Mijo Miquel y Fent Estudi dispositivos como una caravana reconvertida en la Barri Van, un elemento polivalente e itinerante de apoyo y almacenaje para la dinamización de actividades en el solar.
Procesos de Inteligencia Colectiva para hacer ciudad
Siguiendo las reivindicaciones vecinales, el Ayuntamiento de Valencia impulsa a inicios de 2016 el proceso participativo para el diseño de la futura plaza. Así nace el proceso SembraOrriols. Un proceso de diseño colaborativo y en red que ideamos y coordinamos junto a Contexto Arquitectura y durante el que ciudadanía, administración, técnicos y estudiantes se involucraron en el diseño del futuro espacio público durante un proceso estructurado y más dilatado en el tiempo.
Tradicionalmente la ciudadanía hemos vivido la ciudad como un lugar que nos ha sido entregado y que como “usuarixs” hemos utilizado o consumido de forma pasiva pudiendo influir poco en la toma de decisiones que nos afectan.
Esto ha cambiado. Durante los últimos años hemos visto cómo nuestra percepción sobre nuestra capacidad de acción e influencia en nuestro entorno se ha visto notablemente transformada tanto por la influencia de la cultura en red e internet, como por el desarrollo de iniciativas empoderadoras de ciudadanía. En la esfera digital cualquier usuarix o ciudadanx ya no es más un agente pasivo que únicamente recibe información. Todxs podemos generar contenido y distribuirlo o hacerlo llegar a una gran cantidad de personas. Es lo que conocemos como el paradigma de la ciudadanía prosumer donde todos podemos no solo consumir, sino también producir contenidos.
Este cambio de sensibilidad y percepción de nuestra capacidad de transformación sobre nuestro entorno han afectado también al modo en que la ciudadanía entiende su relación con los procesos de transformación urbana y de hacer ciudad.
La capacidad e implicación ciudadana para transformar su entorno siempre estuvieron ahí, pero es muy importante entender que en estos procesos de generación de conocimiento que tienen lugar en la esfera digital juega un papel muy importante el hecho de que se produce desde el trabajo en red y una gobernanza abierta y distribuida. Son aprendizajes importantes a tener en cuenta.
En SembraOrriols diseñamos un proceso que buscaba replicar muchas de estas dinámicas abiertas y distribuidas para construir consenso desde un entorno capaz de combinar los saberes de todas las partes implicadas. Apoyado en una serie de talleres, cursos y acciones urbanas en la plaza el proceso nos sirvió para aprovechar la inteligencia colectiva de todas las personas implicadas combinando su conocimiento y experiencia para optimizar el diseño y dar respuesta así a las necesidades ciudadanas.
SembraOrriols el proceso
Durante el proceso SembraOrriols trabajamos no sólo en la definición de un diseño colaborativo de la plaza, sino también en la consolidación de una comunidad en torno a ésta. El trabajo se desarrolló en todo momento centrado no solo en la escala de plaza, sino con una visión de su repercusión a escala de barrio y de ciudad. Este trabajo se estructuró en cuatro fases:
Arado (diagnóstico):
Fue la primera fase del proceso durante la cual nos centramos en conocer bien el lugar, su historia y problemática. Fue un diagnóstico a pie de calle trabajado con habitantes de todas las edades y entidades del barrio y que se centró no solo en identificar qué no funcionaba, sino también en poner en valor la memoria histórica y riqueza social y cultural de Orriols poniendo en el centro a la ciudadanía.
Siembra (ideación):
En esta fase entramos de lleno con un carácter propositivo e imaginativo acerca del diseño de lo que entonces era la futura plaza. A través de una serie de dinámicas de ludificación técnicos, alumnos de la universidad y ciudadanía trabajaron en la compresión de las condiciones, normativa y particularidades del espacio a intervenir para así poder hacer una propuesta de las líneas generales de diseño que nos aproximara de modo colectivo hacia la formalización final de la propuesta de usos, recorridos y espacios en el solar.
Riego (testeo):
Con una propuesta de diseño definida junto a la técnico redactora del proyecto era el momento de pasar a la acción. Durante esta fase pasamos a la transformación directa del solar construyendo una maqueta insitu a escala 1:1 del diseño de la plaza, una plaza efímera hecha de materiales modulares ligeros que nos permitiera testear y revisar el diseño propuesto.
Fue un momento muy ilusionante en que mediante un taller de diseño y montaje un equipo de estudiantes de sociología, arquitectura y bellas artes trabajaron con lxs vecinxs para hacer tangible la propuesta trabajada. Durante un fin de semana pudimos vivir la plaza, y hacer uso de ella antes de que fuera construida.
Floración (consolidación):
Tras haber experimentado cómo eran los usos del diseño propuesto se incorporan las últimas modificaciones al proyecto en esta última fase que se cierra con unas jornadas festivas y expositivas de todo lo sucedido.
Una realidad colectiva
Tres años después de nuestra primera inmersión en este barrio lleno de vida el pasado sábado vivimos con gran ilusión ver materializado el resultado del trabajo colectivo y la implicación de tantas y tan diversas personas para construir un lugar en el que reconocerse y en el que tejer el futuro de la vida urbana de Orriols.
Los lugares públicos son, como dijera Bauman, el lugar donde la vida urbana y todo aquello que la diferencia de otras formas de unión humana alcanza su máxima expresión. Sobre todo aquellos espacios que en lugar de igualar las diferencias apuestan por construir entornos que reconocen el valor creativo y la mejora vital que supone la diversidad, y que, al mismo tiempo, alientan un diálogo significativo entre esas diferencias. SembraOrriols nace de la diferencia, del diálogo en la diversidad y miramos hacia un futuro de convivencia.

Imágenes de la plaza ya construida. Proyecto redactado por Elisabet Quintana.
Nos parece muy importante no acabar este artículo sin agradecer a todas las personas que han hecho posible este proceso. A Orriols Convive, a estudiantes, vecinas y vecinos, entidades culturales, técnicxs municipales, personas de la administración, equipo técnico de redacción del proyecto, a la red Civicwise, a las y los profesionales y expertos que colaboraron y a toda aquella persona que ha vivido este proceso con nosotrxs ¡Gracias por creer en otra forma de hacer ciudad!